Desde finales de los noventa, la figura de la persona como una marca se ha potenciado y ha encontrado en sus atributos un nicho. Básicamente, en un mercado laboral con un exceso de profesionales, es de vital importancia diferenciarse del resto.
Tú, como agente inmobiliario, puedes sacarle partido a tus habilidades y trayectoria para venderte a ti mismo como un prestador de servicios. Por eso hoy te explicamos lo que debes tener en cuenta para hacerlo; pero primero, vayamos a la definición.
Qué es una marca personal
La marca personal o como se conoce en inglés, Personal Branding, no es más que la forma en cómo te percibe el entorno (tanto digital como offline), según lo que tú proyectes. Este concepto consiste en considerarte a ti mismo como una marca comercial, con objetivos y estrategias que te lleven a tu fin último: diferenciarte del resto, prestar tus servicios y alcanzar el éxito profesional.
Todos los individuos -consciente o inconscientemente- funcionan como una marca personal. Tienen filosofías, maneras de comunicarse, proyectan lo que son, qué hacen, cómo lo hacen, cómo piensan, y un por qué y para qué. Pero aunque pareciera algo tácito, la verdad es que no todos saben desarrollarla y gestionarla.
Seguramente, a ti como asesor inmobiliario te habrá pasado en alguna ocasión, que un cliente se haya ido con tu competencia, y te habrá quedado resonando en la cabeza “¿por qué?”. Ahí es cuando llega el momento de hacer un diagnóstico con todas las variables para descubrir qué está pasando. Posiblemente, tú crees que transmites una cosa pero la realidad sea otra. Así que debes hacer una pausa, revisarte y poner sobre la mesa quién eres y lo que quieres ser. Dónde estás y para dónde vas.
Es entonces cuando empieza el proceso de creación de tu marca personal, basada en estudios y análisis a detalle.
Por qué es necesaria
A nivel empresarial, todas las compañías se pelean por estar entre los primeros lugares en el mercado; y estar posicionados por encima de la competencia tiene mucho que ver con un buen desarrollo de marca. Lo mismo pasa a nivel individual.
Quizás te parezca que crear una marca personal es demasiado protocolo, pero si quieres destacar, es bueno que te ancles en todo lo que este proceso tiene para hacerte crecer.
Además de permitirte encontrar tus atributos y valores diferenciadores como agente inmobiliario, te dan la posibilidad de afianzar las relaciones sociales y profesionales.
Trabajar y potenciar tu marca personal es importante por las siguientes razones:
- Te diferencias de la competencia: tienes la oportunidad de ser más innovador, creativo, y explotar tus fortalezas.
- Obtienes mayor visibilidad: una vez que empiezas a comunicar tus mensajes y reflejar lo que eres, apalancándote en estrategias offline y digitales, tu crecimiento será muchísimo más notable y las oportunidades se abrirán con más facilidad.
- Tienes claro lo que quieres proyectar y trabajas en función de eso: si ya tienes tu norte diseñado en papel, sería muy difícil perderte en el camino. Tener consciencia de tu perfil personal y profesional, te ayuda a alcanzar las metas que te has planteado. No hay espacio para las improvisaciones cuando tienes todo fríamente calculado.
- Te aporta credibilidad: una marca personal bien trabajada logrará que la gente crea en ti. ¡Eso sí!, de verdad debes ser transparente y honesto, porque de lo contrario cavarás tu propia tumba. Para que tengas éxito, el público objetivo debe percibir los beneficios de trabajar contigo y confiar en ti.
Cómo se construye
En el marketing, lo que no se hace bajo una estrategia, simplemente no funciona. Cualquier personal branding debe estar creado bajo una estructura bien pensada, que responda a necesidades, experiencias y objetivos. Por eso, el paso a paso es el siguiente:
-Haz un diagnóstico de tu situación: para empezar, debes saber dónde estás parado y con qué cuentas. En este punto es vital que seas cien por ciento honesto contigo mismo sobre quién eres y a dónde quieres llegar. De nada sirve mostrar una cara, y que entre mediano y largo plazo, sea difícil de mantener. Sinceridad y honestidad son factores clave.
-Define tus objetivos: parece obvio, pero tener claridad en tus objetivos es lo único que te llevará por el camino correcto para alcanzar el éxito tan deseado.
-Determina tu público objetivo: ¿Quiénes son tus clientes ideales?, ¿qué hacen?, ¿cuáles son sus problemas?, ¿qué les gusta y qué no?, ¿cuáles son sus rangos de edades o su capacidad adquisitiva? Mientras mejor identificados los tengas, más fácil será generar contenido de valor y conectar con ellos.
-Encuentra y explota tu valor diferenciador: es realmente absurdo el número de agentes inmobiliarios que existe. Todos comprometidos, con habilidades y posiblemente mejores ofertas; pero si quieres destacar, debes encontrar lo que te hace ser tú mismo, lo que te hace ser diferente y por eso deberían llamarte a ti. Puedes, incluso, conversar con antiguos clientes y preguntarles por qué te eligieron a ti, qué consideran que hiciste bien y en qué podrías mejorar. Así que evalúa a tu competencia y enfócate en lo que ofreces.
-Define tu mensaje y tono comunicacional: una vez que tienes claro todo lo anterior, empieza a darle forma. Aquí es básico considerar la definición de roles. Si ya sabes cómo es tu público objetivo, ¿cómo crees que deberías hablarle para acercarte a ellos?, ¿qué les vas a decir y en qué formato?. Y por otro lado, ¿tú eres un amigo, un consejero, un vendedor directo o quién quieres ser para ellos?
-Elige tus canales de comunicación: ¿a través de qué medio les harás llegar tu mensaje? Todo depende de la estrategia que te estés planteando. Lo más acertado en estos momentos es aprovechar las bondades del Social Media para optimizar tus recursos.
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-Diseña tu identidad de marca y tu imagen corporativa: Una de las partes más bonitas de la creación de una marca en general, es el diseño de la identidad y la gráfica. Una vez más, esto debe responder a quién eres y tus necesidades. Significará tu personalidad de una manera tangible.
Los colores, las fotos, tipografía, logo, slogan y lenguaje que utilices deben estar en perfecta sincronía. Eso sí, si no sabes, no inventes. Rodéate de profesionales que puedan ofrecerte un servicio de creación integral para que finalmente puedas proyectar adecuadamente el mensaje que deseas.
-Planifica tus acciones: Ahora que tienes todas las herramientas para comenzar, organiza absolutamente todo lo que va a salir de ti. Recuerda que todo tiene un por qué y un para qué. Desde la selección de actividades a realizar, hasta la fecha hora, y la duración de las mismas, deben estar dentro del radar para optimizar tus esfuerzos y recursos.
-Comparte contenidos de calidad: parece evidente, pero muchas veces, cuando contratas a un equipo para ayudarte en las actividades diarias que demanda tu marca personal, puede que existan fallos. Si tú eres el profesional –y por si fuera poco el nombre y la cara de la marca- no te desconectes; monitorea siempre los contenidos que salen a través de tus canales de difusión.
-Mide los resultados: Nada te llevará más lejos que evaluar constantemente lo que tus acciones están logrando. De esta manera podrás ajustar al momento todo lo que lo merite, y sacarle provecho a lo que esté funcionando mejor.
Consejos para agentes inmobiliarios
Realmente el proceso del desarrollo de una marca personal es igual para todos los profesionales, sin embargo, hay algunos aspectos que se deben tomar en cuenta por la naturaleza del negocio y el entorno.
Uno de los mayores retos que se presentan en el sector inmobiliario es que la tecnología, las plataformas comunicacionales y los usuarios, cada vez exigen más para mejorar la interacción. Por eso, el asesor inmobiliario debe:
– Adaptarse a las nuevas exigencias y mantenerse actualizado: ¡Haz la tarea! Debes tratar en la medida de lo posible de no improvisar. Es sumamente necesario estar al día en el área de real estate, y la fusión entre las nuevas tecnologías, los nuevos hábitos de consumidores y las experiencias que puedes ofrecer. Allí encontrarás tu punto fuerte respecto a la competencia.
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-No opacar su estilo aunque represente una empresa: Muchos agentes inmobiliarios, en ocasiones, se casan con una marca empresarial; por supuesto esto demuestra un gran trabajo en equipo. Sin embargo, la personalidad del agente debe prevalecer ya que, de lo contrario, será muy difícil diferenciarse del resto. Adáptate al estilo de la empresa sin perder el tuyo.
-Invertir en el crecimiento profesional: Cuando un comprador acude a ti, debes otorgarle la confianza que necesita antes de tomar una decisión importante; por ello, es necesario invertir en ti mismo y convertirte en un especialista de áreas específicas como:
- Primera casa.
- De alta inversión.
- Zonas comerciales
- Oficinas
- Apartamentos
-Escuchar: como agentes inmobiliarios es necesario observar y entender a los clientes. Pero lo más importante es saber escuchar, identificar las necesidades y así ofrecer las mejores opciones en el mercado.
A fin de cuentas, más allá del interesante y enriquecedor camino por el que transitas para la creación de una Marca Personal, lo más importante siempre será quién eres tú y lo que tienes para ofrecer.