Hasta hace relativamente poco, en el sector inmobiliario estuvimos acostumbrados a las viejas prácticas manuales tan tediosas; casi no se le daba importancia a la recopilación de datos de los clientes. Por ende, las bases de datos levantadas solo suponían un número al que no se le sacaba provecho más allá de los resúmenes de ventas.
Sin embargo, con los avances tecnológicos que tantos beneficios han traído al sector, logramos entender que nuestros clientes son mucho más que un número dentro de una base de datos. Ahora podemos identificar un perfil completo de nuestros clientes conociendo más a fondo sus gustos, puntos de dolor y necesidades, para así ofrecerles justo lo indicado para ellos, en el momento más oportuno.
Saber cómo, cuándo y qué ofrecer es fundamental para crecer en el negocio.
Todo lo que hacemos ahora genera datos
Cuando navegamos por internet, usamos aplicaciones móviles, hacemos transacciones en el website del banco o realizamos compras a través de un e-commerce, generamos un sinfín de información útil para aquellos que la reciben; es decir, para los dueños de cada plataforma.
El big data es entonces, la compilación y el almacenamiento de toda esa información que vamos dejando en el camino diariamente. Pero más allá de eso, es el análisis de los datos arrojados, con el fin de obtener una visión más profunda de los consumidores, compradores, vendedores, ofertas y la dinámica del mercado en general.
Saber entender esa cantidad de información y transformarla para tomar las decisiones correctas es la piedra angular de esta disciplina que vio sus primeras luces en la década de los 90.
Cómo aplicarlo en el sector inmobiliario
Como ya vimos, el big data es sumamente amplio, pero aterrizándolo en el plano inmobiliario, encontramos que tiene su aplicación principal en las agencias, para esclarecer el estatus del mercado y tomar las decisiones adecuadas. Sin embargo, también se le puede sacar partido de otras maneras:
- En el área de ventas: busca agilizar el proceso y hacer más efectivas las transacciones comerciales de los inmuebles y los demás servicios ofrecidos. Por ejemplo, el departamento de ventas, luego de haber analizado los datos obtenidos, puede llegar a saber cuál es el tipo de inmueble que encaja perfecto con las aspiraciones del cliente; en otras palabras, le permite adelantarse a la competencia y ofrecer algo que sabe que tendrá aceptación.
- En el área de marketing: facilita el diseño de estrategias para promoción y publicidad, basándose en información arrojada por los clientes potenciales, la valoración de inmuebles, el entorno, ubicación, disponibilidad, zonas verdes, etc., además de la analítica de las redes sociales que también contiene insights bastante útiles para saber dónde estás parado y hacia dónde debes ir.
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- Servicio al cliente: ¡repite conmigo: un cliente no es un número más! Darle valor y conocerlo mejor hará que le puedas ofrecer una asesoría personalizada según sus requerimientos; de esta forma podrás afianzar la fidelización y mantenerlos satisfechos.
- Gerencia y dirección: el big data esútil en todos los niveles de una empresa, y para las áreas en las que recaen las decisiones más importantes, también es necesario. Es el caso de los reportes en los que los líderes ofrecen la información detallada de la gestión general, y también de las focalizadas. Por ejemplo:
- Ranking de los inmuebles más visitados.
- Reporte de las gestiones realizadas a clientes por los asesores.
- Reporte de actividades de los asesores.
- Envío de reportes a los propietarios.
- Estadística de visitas y tiempo en el sitio Web en un periodo seleccionado.
- Número y porcentaje de visitas por países.
- Listado de las fuentes del tráfico al sitio Web.
Todos estos procesos te serán muchísimo más fáciles de gestionar con un CRM inmobiliario.
Beneficios
Una vez más, la tecnología hace de las suyas para brindarnos las herramientas necesarias para nuestra gestión. Por eso, si nos apoyamos en el big data inmobiliario, seremos capaces de llevar el negocio a su máxima potencia.
Entre sus grandes ventajas destaca que su implementación no requiere de una infraestructura abrumadora, ni un despliegue de tecnología. Basta con herramientas y programas de almacenamiento, y una red de internet. Por esta razón, resulta una opción económica y asequible para pequeñas y grandes empresas.
Otro atractivo que tiene es que su tecnología es escalable; esto quiere decir que a medida que vayan surgiendo nuevos avances, se puede ir actualizando sin pérdidas.
Finalmente –y entre sus mejores aportes- está el aumento de la productividad y su efectividad en las áreas en las que sea aplicado.
Lo que vendrá
El big data, desde sus inicios supuso un cambio en la forma de planificar y gestionar el negocio inmobiliario. Gracias a su éxito, la tendencia va en aumento y se espera que para el 2021, con la integración de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, junto a las que ya traía desarrolladas (geolocalización y Machine Learning), cada vez se perfeccionen más las técnicas para conocer los hábitos de los clientes potenciales con un menor margen de error.
Según las proyecciones publicadas por el International Data Group (empresa editora y líder a nivel mundial como proveedor de servicios de información en Tecnología de la información), en unos quince años, al menos el 75% de los inmuebles serán visitados por los usuarios solo a través de realidad virtual.
Aquel futuro tecnológico que veíamos tan lejano, cada vez se hace más real y mientras más entendamos cómo funciona, más preparados nos tomará todo lo que vendrá.